Oraciones de Sanación y Liberación

Bendición: La mano poderosa de nuestro Dios se levante para bendecirnos, ¡quién como Dios! toda la creación es obra de sus manos, solo de Dios procede la vida, el amor y todo
bien, que su tierna bondad nos cubra y nos proteja: En el Nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Salmos 22 (23): Yahveh es mi pastor, nada me falta. Por prados de fresca hierba me apacienta. Hacia las aguas de reposo me conduce, y conforta mi alma; me guía por senderos de justicia, en gracia de su nombre. Aunque pase por valle tenebroso, ningún mal temeré, porque tú vas conmigo; tu vara y tu cayado, ellos me sosiegan. Tú preparas ante mí una mesa frente a mis adversarios; unges con óleo mi cabeza, rebosante está mi copa. Sí, dicha y gracia me acompañarán todos los días de mi vida; mi morada será la casa de Yahveh a lo largo de los días.

Oración de Sanación:

Señor Jesucristo, nos colocamos en tu presencia, en alabanza y adoración de tu nombre, reconocemos tu grandeza, a ti el
Poder, la Alabanza, el Honor y la Gloria, tu nos creaste y nos rescataste, tuyo son el Cielo, la Tierra obras de tus manos, te alabamos Jesús por tu poder infinito de realizar toda clase de milagros, doblamos nuestras rodillas a ti, en señal de adoración y sumisión a tu voluntad, queremos unir nuestras dolencias y problemas de salud a los que tu padeciste en la Cruz por toda la humanidad, para ofrecer todos esos dolores, como sacrificio agradable al Padre Eterno, en reparación por todas nuestras culpas y las del mundo entero.

Te rogamos Jesús que sanes nuestros pensamientos, alma y cuerpo, tu trajiste a la humanidad una redención integral. Te entregamos todos los sentimientos y recuerdos dolorosos, que arrastramos desde la niñez hasta hoy, haznos sentir que has estado presente en todo lo que hemos vivido desde la infancia y que nos has acompañado toda la vida. Envíanos a San Rafael Arcángel protector de la salud y a todos tus Ángeles para que nos libren de la enfermedad y el pecado, y nos guíen a la salvación integral de cuerpo y alma.

Jesús tus llagas, son la fuente de salud para el mundo, por el dolor que padeciste en tu Cuerpo líbranos del dolor y la enfermedad, reprende toda opresión que ataque a nuestros cuerpos, te rogamos que nos sanes emocionalmente, danos un animo firme y alegre, restaura todo nuestros órganos y facultades, danos fuerzas para alabarte, y hágase hoy tu voluntad en nuestras vidas, amén.

Oración a María Reina de los Ángeles:

Madre del Divino Pastor, Poderosa Señora de los Ángeles, desde el principio Dios te ha otorgado a ti y a tu descendencia el poder y la misión de aplastar la cabeza de Satanás, te rogamos humildemente envíes a los Ejércitos Celestiales, para que al mando de tu Hijo, y con su poder persigan y combatan a los espíritus malignos, los reprendan, detengan sus acciones temerarias, que quiebren su arrogancia y los precipiten al abismo.

Madre del Redentor, nos consagramos a tu inmaculado corazón, para vivir contigo nuestras responsabilidades y deberes cristianos, pues en ti estaremos siempre unidos a tu Hijo Jesucristo, guarda en el refugio seguro de tu corazón inmaculado a nuestra familia, parroquia, trabajo y bienes.

Virgen Santísima, tu serás siempre nuestro auxilio seguro, envía Ángeles, a custodiar nuestros hogares y lugares de trabajo, a fin de que seamos protegidos y librados de todos los ataques del maligno. Madre Bondadosa, que tus Ángeles
alejen de nuestra vida, empleo y familia a toda influencia maligna, nos libren de caer en pecado, herejía, apostasía y vicios, traigan a nuestras vidas paz, salud, bienestar y todas las virtudes necesarias para nuestro crecimiento espiritual, amén

Oración de Liberación:

Dios Padre, te ruego en unión a la Iglesia, por los méritos que Jesucristo tu Hijo te ofreció por nosotros en la cruz, que nos libres de toda influencia maligna, por la victoria de Cristo, toma Dios mío, control de nuestras vidas y emociones, y pues tu nombre es Yahveh Liberador, que nuestra vida, familia y bienes sean liberados de toda opresión, vicio, enfermedad y de toda influencia del Maligno.

¡Sangre Preciosa de Jesucristo, reina en mí y en las vidas de todos los hombres! Te pedimos perdón por todos los pecados, faltas y vicios en los que hemos caído, ten piedad y misericordia de los pecados familiares y de nuestros antepasados, Señor Jesucristo en tu Nombre y con tu ayuda renunciamos a Satanás y todas sus obras (fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, hechicería, odios, discordia, celos, iras, rencillas, divisiones, disensiones, envidias, embriagueces, orgías y cosas semejantes) rechazamos a todas sus seducciones (envidia, ira, soberbia, venganza, gula, lujuria, sensacionalismo, herejía, superstición, ocultismo, y toda forma de paganismo).

En el Nombre de Jesús de Nazaret y con el poder del Espíritu Santo atamos a los espíritus del mal, los expulsamos de nuestras vidas, familias, trabajos y bienes, les ordenamos que nunca más regresen, pues la verdad de Cristo nos ha hecho libres para siempre, su resurrección es nuestra victoria, ¡Quién como Jesucristo! que siendo Dios se
hizo hombre y vino en carne, el es nuestro salvador y liberador. En nombre de Jesús de Nazaret, mediante la intercesión de la Inmaculada Virgen María, de los Ángeles y de los Santos, reprendo y exorcizo todo espíritu maligno en mi casa, trabajo y lugares que frecuento.

En el poderoso nombre de Jesucristo te reprendemos Satanás, te ordenamos que te retires de nuestras vidas, sin hacerle daño a nadie, porque el dueño de nuestras vidas es Jesucristo, quién con su preciosa Sangre, nos limpia, libera y nos cuida, amén.

Padre Misericordioso envía a San Miguel Arcángel príncipe de las milicias celestiales y a todos tus Santos Ángeles, para que nos auxilien en todo momento, protejan nuestras vidas de las asechanzas del mal, nos mantengan libres de la perversión, de la perdición y de lodo mal.

Espíritu Santo de Dios, llena ahora nuestras vida con una renovada unción de tu amor, abrimos nuestros corazones a Jesucristo para que siempre habite y reine totalmente en nosotros, danos una nueva efusión de tu amor, y deja que las aguas limpias y sanadoras del bautismo fluyan hacia nuestras generaciones pasadas, para purificar a todos nuestros antepasados, gracias Espíritu Santo por limpiarnos y llenarnos de paz con tu presencia restauradora, gracias porque en todo esto triunfamos, por medio del amor del Señor Jesús, amén.

Oración a los Santos Ángeles:

Amado Señor Jesús, nos encomendamos a los Ángeles, que tu nos atribuyes como compañeros y custodios, envíanos tus Santos Ángeles que acampen alrededor nuestro, día y noche, para protegernos y librarnos, enséñanos a ser dóciles a tus palabras que nos envías con los celestiales mensajeros.

Santos Ángeles y Arcángeles, luchad e interceded por nosotros, como a la Virgen de Nazaret, traigan el mensaje de Dios a nuestra familia y país, llénennos de paz y esperanza, como a San José adviértanos de los peligros que nos rodean, cuiden nuestros diario andar, como a Tobías tráiganos salud, liberación y prosperidad, enséñenos a alabar, el gran Nombre de Dios sin desmayar, como a Daniel líbrennos del fuego y de las fieras, como Jesús en getsemani, traigan consuelo, como a María Magdalena anúnciennos la victoria de Cristo resucitado, ayúdennos a vencer, con Cristo, al pecado, al Maligno y a la muerte; custódiennos y líbrennos de todo mal y peligro de cuerpo y alma, guíennos por el camino del bien, para gloria de nuestro Señor Jesucristo, amén.

Intenciones:

Por los que pertenecemos a la familia de la Iglesia, Dios Santo por la encarnación de tu Hijo y por los méritos de su Divina infancia: Te rogamos que tu amor se derrame en nuestras vidas, regálanos el don de una profunda conversión.

Padre Celestial, consagramos nuestra vida, familia y país al Divino Corazón de Jesús, ayúdanos a vivir de acuerdo a tu bondad, ilumina con tu Espíritu a los habitantes y dirigentes de nuestro país, a fin de que tu paz y tu Corazón
reinen por siempre en él y en el mundo entero.

Que podamos entender el sufrimiento desde la dimensión redentora de la Cruz de Cristo: ya que padecemos con él, también con él seremos glorificados: Suplicamos permanecer siempre unidos a tu Divino Hijo por medio de lo Sacramentos.

Por todos los enfermos y oprimidos para que por la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, recobren la salud y la paz: Te pedimos que envíes sanidad y
liberación para todos, especialmente para este caso (nombrarlo).

Que la ascensión del Señor y venida del Espíritu Santo, nos despierte el llamado a la santidad de vida y el deseo ardiente de ser mejores: Para que permaneciendo
fieles a tu amor, sepamos dar buen uso de las cosas temporales teniendo nuestra
mira en las cosas celestiales.

Un Padre Nuestro, tres Ave María y un Gloría.