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martes, 17 de agosto de 2010

San Juan Eudes Promotor del amor a los Corazones de Jesús y de María


San Juan Eudes propagó dos nuevas devociones que llegaron a ser sumamente populares: La devoción al Corazón de Jesús y la devoción al Corazón de María.
Escribió un hermoso libro titulado: "El Admirable Corazón de la Madre
de Dios", para explicar el amor que María ha tenido por Dios y por
nosotros. Él compuso también un oficio litúrgico en honor del corazón
de María, y en sus congregaciones celebraba cada año la fiesta del
Inmaculado Corazón.
Otro de sus Libros se titula: "La devoción al Corazón de Jesús". Por eso el Papa San Pío X llamaba a San Juan Eudes: "El apóstol de la devoción a
los Sagrados Corazones".
Redactó también dos libros que han hecho mucho bien a los sacerdotes: "El buen Confesor", y "El predicador apostólico".
SOBRE LA SANTA MISA:
Harían falta tres eternidades para celebrar dignamente la misa:
-una eternidad para prepararse
-una eternidad para celebrarla
-y una eternidad para dar gracias

RESUMEN DE SU VISION
"Nuestro deseo, nuestro objetivo y nuestra principal preocupación, debe ser formar a Jesús en nosotros y hacer que en nuestros corazones reine su
espíritu, su devoción, sus afectos, sus deseos y sus disposiciones.
Toda nuestra vida religiosa debe tender a eso. Tal es la tarea que Dios
nos ha confiado para que trabajemos en ella constantemente".
-de su obra "La vida y el reinado de Jesús en las almas cristianas"


ORACION DE MISERICORDIA
A LOS CORAZONES DE JESUS Y MARIA

Oh benevolísimo y misericordísimo
Corazón de Jesús,
estampa en nuestros corazones
una imagen perfecta de tu gran misericordia,
para que podamos cumplir
el mandamiento que nos diste:
"Serás misericordioso
como lo es tu Padre ".

Madre de la misericordia,
vela sobre tanta desgracia, tantos pobres,
tantos cautivos, tantos prisioneros,
tantos hombres y mujeres que sufren persecución
en manos de sus hermanos y hermanas,
tanta gente indefensa,
tantas almas afligidas,
tantos corazones inquietos,

Madre de la misericordia,
abre los ojos de tu clemencia
y contempla nuestra desolación.
Abre los oídos de tu bondad
y oye nuestra súplica.

Amorosísima y poderosísima abogada,
demuéstranos que eres en verdad
la Madre de la Misericordia.

OFRECIMIENTO
Oh Jesús, el Unico Hijo de Dios,
el Unico Hijo de María,
te ofrezco el Corazón bondadosísimo
de tu Madre Divina,
el cual para ti es el más precioso
y agradable de todos.
Oh María, Madre de Jesús,
te ofrezco el Corazón Sagradísimo
de tu amado Hijo,
quien es la vida y el amor de tu Corazón
San Juan Eudes
1601-1680
Fiesta: 19 de agosto
Promotor del amor a los Corazones de Jesús y de María
Su tratado sobre el admirable Corazón de Jesús: Fuente de salvación y de vida verdadera
Magnificat a los Dos Corazones

-Llamado por el Papa "Padre, Doctor y Apóstol del culto litúrgico a los Sagrados Corazones",
-Primero que organizó y celebró la fiesta del Corazón de Jesús y del Corazón Inmaculado de María.
-Primero que escribió la liturgia de las horas de cada una de esas fiestas.
-Fundador de las Congregaciones
de Jesús y María y de Nuestra Señora de la Caridad del Refugio.
Reseña: Nació en la diócesis de Séez (Francia) el año 1601; recibió la ordenación sacerdotal y se dedicó por varios años a la predicación en
las parroquias. Fundó dos Congregaciones religiosas, una destinada a la
formación de los seminaristas y la otra al cuidado de las mujeres cuya
vida cristiana estaba en peligro. Fomentó en gran manera la devoción a
los Corazones de Jesús y de María. Murió el año 1680.


Enseñaba que el Sagrado Corazón es un horno de Amor Divino. Los que desean unirse a su corazón son purificados, inflamados, y transformados por el
Fuego Divino.

En la segunda mitad del siglo XVI, vivía en Ri, Normandía (Francia), un granjero llamado Isaac Eudes, casado con Marta Corbin. Como no tuviesen
hijos al cabo de dos años de matrimonio, ambos esposos fueron en
peregrinación a un santuario de Nuestra Señora. Nueve meses después
tuvieron un hijo, al que siguieron otros cinco. El mayor recibió el
nombre de Juan y, desde niño, dio muestras de gran inclinación al amor
de Dios. Se cuenta que, cuando tenía nueve años, un compañero de juegos
le abofeteó; en vez de responder en la misma forma, Juan siguió el
consejo evangélico y le presentó la otra mejilla.
A los catorce años, Juan ingresó en el colegio de los jesuitas de Caén. Sus padres deseaban que se casara y siguiera trabajando la granja de la
familia. Pero Juan, que había hecho voto de virginidad, recibió las
órdenes menores en 1621 y estudió la teología en Caén con la intención
de
consagrarse
a los ministerios parroquiales. Sin embargo, poco después determinó
ingresar en la congregación del oratorio, que había sido fundada en
1611 por el futuro cardenal Pedro de Bérulle. Tras de recabar con gran
dificultad el permiso paterno, fue recibido en París por el superior
general en 1623. Juan había sido hasta entonces un joven ejemplar: su
conducta en la congregación no lo fue menos, de suerte que el P.
Bérulle le dio permiso de predicar, aunque sólo había recibido las
órdenes menores. Al cabo de un año en París, Juan fue enviado a
Aubervilliers a estudiar bajo la dirección del P. Carlos de Condren, el
cual, según la expresión de Santa Juana Francisca de Chantal, "estaba
hecho para educar ángeles". El fin de la congregación del oratorio
consistía en promover la perfección sacerdotal y Juan Eudes tuvo la
suerte de ser introducido en ella por dos hombres de la talla de
Condren y Bérulle.
Al servicio de los enfermosDos años más tarde, se desató en Normandía una violenta epidemia de peste, y Juan se ofreció para asistir a sus compatriotas. Bérulle le envió al
obispo de Séez con una carta de presentación, en la que decía: "La
caridad exige que emplee sus grandes dones al servicio de la provincia
en la que recibió la vida, la gracia y las órdenes sagradas, y que su
diócesis sea la primera en gozar de los frutos que se pueden esperar de
su habilidad, bondad, prudencia, energía y vida". El P. Eudes pasó dos
meses en la asistencia a los enfermos en lo espiritual y en lo
material. Después fue enviado al oratorio de Caén, donde permaneció
hasta que una nueva epidemia se desató en esa ciudad, en 1631. Para
evitar el peligro de contagiar a sus hermanos, Juan se apartó de ellos
y vivió en el campo, donde recibía la comida del convento.

Predicador ungidoPasó los diez años siguientes en la prédica de misiones al pueblo, preparándose así para la tarea a la que Dios le tenía destinado. En
aquella época empezaron a organizarse las misiones populares en su
forma actual. San Juan Eudes se distinguió entre todos los misioneros.
En cuanto acababa de predicar, se sentaba a oír confesiones, ya que,
según él, "el predicador agita las ramas, pero el confesor es el que
caza los pájaros". Mons. Le Camus, amigo de San Francisco de Sales,
dijo refiriéndose al P. Eudes: "Yo he oído a los mejores predicadores
de Italia y Francia y os aseguro que ninguno de ellos mueve tanto a las
gentes como este buen padre". San Juan Eudes predicó en su vida unas
ciento diez misiones.

Confesor: Las gentes decían de él: "En la predicación es un león, y en la confesión un cordero".
Las mujeres atrapadas en mala vidaUna de las experiencias que adquirió durante sus años de misionero, fue que las mujeres de mala vida que intentaban convertirse, se encontraban en
una situación particularmente difícil. Durante algún tiempo, trató de
resolver la dificultad alojándolas provisionalmente en las casas de las
familias piadosas, pero cayó en la cuenta de que el remedio no era del
todo adecuado. Magdalena Lamy, una mujer de humilde origen, que había
dado albergue a varias convertidas, dijo un día al santo: "Ahora os
vais tranquilamente a una iglesia a rezar con devoción ante las
imágenes y con ello creéis cumplir con vuestro deber. No os engañéis,
vuestro deber es alojar decentemente a estas pobres mujeres que se
pierden porque nadie les tiende la mano".

Estas palabras produjeron profunda impresión en San Juan Eudes, quien alquiló en 1671, una casa para las mujeres arrepentidas; en la que podían
albergarse en tanto que encontraban un empleo decente. Viendo que la
obra necesitaba la atención de religiosas, el santo la ofreció a las
visitandinas, quienes se apresuraron a aceptarla.

Formación del cleroSan Juan Eudes se dio cuenta de que para que el pueblo sea ferviente y llevarlo a la santidad era necesario proveerlo de muy buenos y santos
sacerdotes y que para formarlos se necesitaban seminarios donde los
jóvenes recibieran muy esmerada preparación. Por eso se propuso fundar
seminarios en los cuales los futuros sacerdotes fueran esmeradamente
preparados para su sagrado ministerio
.

Después de
mucho orar, reflexionar y consultar, San Juan Eudes abandonó la
congregación del oratorio en 1643. La experiencia le enseñó que el
clero necesitaba reformarse antes que los fieles y que la congregación
sólo podría conseguir su fin mediante la fundación de seminarios. El P.
Condren, que había sido nombrado superior general, estaba de acuerdo
con el santo; pero su su-
cesor, el P. Bourgoing, se negó a aprobar el proyecto de la fundación de un seminario en Caén.

Entonces el P. Eudes decidió formar una asociación de sacerdotes diocesanos, cuyo fin principal sería la creación de seminarios con miras a la
formación de un clero parroquial celoso. La nueva asociación quedó
fundada el día de la Anunciación de 1643, en Caén, con el nombre de
"Congregación de Jesús y María". Sus miembros, como los del oratorio,
eran sacerdotes diocesanos y no estaban obligados por ningún voto. San
Juan Eudes y sus cinco primeros
compañeros se consagraron a "la Santísima Trinidad, que es el primer principio y el último fin de la
santidad del sacerdocio". El distintivo de la congregación era el
Corazón de Jesús, en el que estaba incluido místicamente el de María;
como símbolo del amor eterno de Jesús por los hombres.

La congregación encontró gran oposición, sobre todo por parte de los jansenistas y de los padres del oratorio. En 1646, el P. Eudes envió a
Roma al P. Manoury para que recabase la aprobación pontificia para la
congregación, pero la oposición era tan fuerte, que la empresa fracasó.

En 1650, el obispo de Coutances pidió a San Juan que fundase un seminario
en dicha ciudad. El año siguiente, M. Oliver, que consideraba al santo
como "la maravilla de su época", Ie invitó a predicar una misión de
diez semanas en la iglesia de, San Sulpicio de París. Mientras se
hallaba en esa misión, el P. Eudes recibió la noticia de que el obispo
de Bayeux acababa de aprobar la congregación de las Hermanas de Nuestra
Señora de la Caridad del Refugio, formada por las religiosas que
atendían a las mujeres arrepentidas de Caén. En 1653, San Juan fundó en
Lisieux un seminario, al que siguió otro en Rouen en 1659. ¡En seguida,
el santo se dirigió a Roma a tratar de conseguir la aprobación
pontificia para su congregación; pero los santos no siempre tienen
éxito, y San Juan Eudes fracasó en Roma.

Un año después, una bula de Alejandro VII aprobó la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la Caridad del Refugio. Ese fue el
coronamiento de la obra que el P. Eudes y Magdalena Larny habían
emprendido treinta años antes en favor de las pecadoras arrepentidas.
San Juan siguió predicando misiones con gran éxito; en 1666, fundó un
seminario en Evreux y, en 1670, otro en Rennes.

Al afro siguiente, publicó un libro titulado "La Devoción al Adorable Corazón de Jesús
". Ya antes, el santo había instituido en su congregación una fiesta del
Santísimo Corazón de María. En su libro incluyó el propio de una misa y
un oficio del Sagrado Corazón de Jesús. El 31 de agosto de 1670, se
celebró por primera vez dicha fiesta en la capilla del seminario de
Rennes y pronto se extendió a otras diócesis. Así pues, aunque San Juan
Eudes no haya sido el primer apóstol de la devoción al Sagrado Corazón
en su forma actual, fue sin embargo él "quien introdujo el culto del
Sagrado Corazón de Jesús y del Santo Corazón de María"', como lo dijo
León XIII en 1903. El decreto de beatificación añadía: "El fue el
primero que, por divina inspiración les tributó un culto litúrgico."

Clemente X publicó seis breves por los que concedía indulgencias a las cofradías de los Sagrados Corazones de Jesús y María, instituidas en los
seminarios de San Juan Eudes.

Durante los últimos años de su vida, el santo escribió su tratado sobre "el Admirable Corazón de la Santísima Madre de Dios"; trabajó en la obra
mucho tiempo y la terminó un mes antes de morir.
Su última
misión fue la que predicó en Sain-Lö, en 1675, en plena plaza pública,
con un frío glacial. La misión duró nueve semanas. El esfuerzo enorme
acabó con su salud y a partir de entonces se retiró prácticamente de la
vida activa.

Su muerte ocurrió el 19 de agosto de 1680.
Fue canonizado en 1925 y su fiesta fue incluida en el calendario de la Iglesia de occidente en 1928.
-Fuente: Vida de los Santos, Butler, vol. III


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Esta página es obra de Las Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María.

SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
8. LETANÍAS DE SAN JUAN EUDES
[1]


Páginas: 1. Origen | 2. Oraciones I | 3. Oraciones
II
| 4. Letanías | 5.
Actos de desagravio
6. Sta. Margarita de Alacoque
| 7. Nueve
primeros viernes

8. Letanías de San Juan Eudes | 9. Novena


"Te saludamos, Corazón amantísimo de Jesús y de María. Te alabamos, te glorificamos, te damos gracias.
Te amamos con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma,
con todas nuestras fuerzas. Te ofrecemos nuestro corazón:
recíbelo, poséelo totalmente”.
San Juan Eudes
[Corazón de Jesús, paloma y flor]
***
-Corazón divino de Jesús
-Corazón amante y manso
-Corazón humilde y misericordioso
-Corazón del eterno Padre
-Principio del Espíritu Santo
-Corazón fiel a la divina Voluntad
-Corazón de Jesús, Corazón de la Virgen
Madre
-Corazón herido por la lanza
-Corazón sacerdotal
-Fortaleza de los débiles
-Refugio de los pecadores
-Cordero encendido en el amor por el hombre
-Alegría y esperanza de nuestro corazón
-Corazón amado de nuestro corazón
-Vida y norma de nuestro corazón
Ten piedad de nosotros
-De todo pecado Líbranos, Señor
-De la soberbia de la vida
-De la ceguera del corazón

-De la resistencia a la Gracia

-Por tu amor infinito al Padre
celestial

-Por tu amor a María Virgen
y Madre

-Por tu amor a todos los hombres

-Por tus eternos goces
Líbranos, Señor
Oración
¡Oh Dios, que por obra de tu amor nos hiciste miembros de tu único Hijo y nos diste tener con El un mismo Corazón!;
concédenos cumplir con amor tu voluntad, para que, deseando
lo que te agrada, podamos ver cumplidos nuestros justos deseos.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


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San Juan Eudes.
Jean20Eudes.gif (17663 octets) Nació en Ri (Orne, Francia) el 14 de noviembre de 1601. Murió en Caen el 19 de agosto de 1680. Fundador de la Orden de Nuestra Señora de la Caridad (1641) y de la Congregación de los
Corazones de Jesús y María (eudistas) en 1643, fundó los seminarios de Caen, Coutances,
Lisieux, Evreux y Rennes. Fue proclamado por Pío X, "Padre, doctor y apóstol del
culto litúrgico del Corazón de Jesús y María".
En el seno de la Escuela Francesa, muy marcada por la mirada hacia Cristo en su misterio de Encarnación, san Juan Eudes, en el siglo XVII, invitaba a los cristianos, despreocupados de las exigencias de su bautismo recibido inmediatamente después de su
nacimiento, a recobrar la riqueza de su compromiso bautismal.

En sus misiones, como en los seminarios y en Nuestra Señora de la Caridad en contacto con mujeres "arrepentidas", ofrece orientaciones muy concretas para vivir cada día su bautismo y así "hacer vivir y reinar a Jesús" en cada cristiano, que
él dice ser "otro Jesucristo en la tierra".

Un Camino Para Orar:
San Juan Eudes nos deja su manera de orar en cuatro tiempos:
  • Adorar: Contemplar, maravillarse, admirar.
  • Dar gracias: reconocer los dones del Señor, agradecer.
  • Vivir el perdón: tomar conciencia de la distancia que existeentre su propia vida y la maravilla del Amor de Dios.
  • Darse a Jesús: Darse para ser testigo, darse para la Misión.Estos cuatro tiempos corresponden a cuatro actitudes interiores para desarrollar y que suponen tomar tiempo para acogerse a sí mísmo, acoger al otro, acoger a Dios y "recibirse de
    El".

    Adoremos a Dios en el inmenso amor que tiene por todas sus criaturas, y por cada uno de nosotros en particular. Bendigámosle, amémosle. Démosle gracias por todos los beneficios de su amor. Pidámosle perdón por nuestras ingratitudes hacia El y por
    nuestras faltas de amor con respecto al prójimo.

    Entreguémonos al amor de Dios, para que El venza todas nuestras resistencias y reine perfectamente en nosotros.
Para expresar sus comentarios y obtener mayor información P. Ramón Rivas c.j.m.
Biografía completa de San Juan Eudes.(texto)

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