¿Cuales son los Sacramentos que Jesús
Instituyó?
Jesucristo nuestro
único salvador (cf Hechos 4,12) ideó unos medios para distribuir su gracia, y
los sacramentos son esos canales por los que el Salvador nos comunica su vida
abundante, la gracia santificante gratuita que nos ofrece: El Señor instituyó el Sacramento del
Bautismos, en su propio Bautizo (Lucas 3,21), el Sacramento del Matrimonio
instituido desde la creación (Génesis 2,24), lo reafirmó en las Bodas de Caná
(Juan 2,1) y con su enseñanza (Mateo
19,5;Efesios 5:31), la unción de los enfermos, durante toda su peregrinación
(Mateo 9,35; Lucas 4:18; Hechos 10,38; Mateo 25:36), en la ultima Cena instituye los
Sacramentos de la Eucaristía (Marcos 14,22) y el del Orden Sacerdotal (I
Corintios 11,23-24), el Sacramento de la Confesión en su aparición resucitado a
los once apóstoles (Juan 20,23), y la
Confirmación, después de su gloriosa ascensión a los Cielos: el día de
Pentecostés (Hechos 2,4). La Iglesia Católica, es la única en reconocer,
aceptar y suministrar validamente todos los sacramentos que Jesús creó para la
edificación de su Cuerpo Místico, porque si aceptamos a Jesús como único
salvador, tenemos que aceptar los medios que Él nos ofrece para salvarnos, que son los siete sacramentos que vemos en la
Biblia:
Bautismo: “Y acercándose Jesús les dijo: Me ha sido dado todo poder en el cielo y
en la tierra; id pues y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mateo 2818-19).
Eucaristía: “Tomó luego el pan, y dadas las gracias, lo partió y se lo dio
diciendo: “Éste es mi cuerpo que es entregado por vosotros; haced esto en
recuerdo mío.” De igual modo, después de cenar, la copa, diciendo: “Esta copa
es la Nueva Alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros” (Lucas
22,19-20).
Confirmación: “Al enterarse los apóstoles que
estaban en Jerusalén de que Samaria había aceptado la palabra de Dios, enviaron
a Pedro y a Juan, estos bajaron y oraron por ellos para que recibieran el
Espíritu Santo” (Hechos 8,14-15).
Reconciliación: “Jesús
les dijo otra vez paz a vosotros: Como el Padre me envió también yo os
envío. Dicho esto, soplo sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo, a
quienes perdonéis los pecados les quedan perdonados; a quienes se lo
retengáis les quedan retenidos” (Juan 20,21-23).
Unción de los Enfermos: “¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame
a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él, y le unjan con óleo en el nombre del Señor. Y la
oración de fe salvará al enfermo y el Señor hará que se levante, si hubiera
cometido pecados, le serán perdonados. Confesaos, pues, mutuamente vuestros
pecados y orad los unos por los otros,
para que seáis curados. La oración ferviente del justo tiene mucho poder”.
(Santiago 5,14-16).
Matrimonio: “y que dijo: «Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se
harán una sola carne? De manera que ya
no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios unió no lo separe el
hombre.» (Mateo 19,5-6) “En cuanto a los
casados, les ordeno, no yo sino el Señor: que la mujer no se separe del marido,
mas en el caso de separarse, que no vuelva a casarse, o que se
reconcilie con su marido, y que el marido no despida a su mujer” (I Corintios
7,10).
Orden Sacerdotal: “Porque yo recibí del Señor lo que os he
transmitido: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo:
«Este es mi cuerpo que se da por vosotros; haced esto en recuerdo mío.»
(I Corintios 11,23-24) “Designaron presbíteros en cada Iglesia y después de
hacer oración con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído”
(Hechos 14,23).
Los sacramentos no son invento de
los Católicos, Jesús ordena, estos medios de santificación, para edificarnos
sobre la roca firme de la verdad, “Pero
si cualquiera me oye estas palabras (Dice el Señor) y no las hace, le compararé
a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena, y descendió lluvia,
y vinieron los ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella
casa; y cayó, y fue grande su ruina” (Mateo 7, 26-27). Algunas sectas llegan a inventar
grandes calumnias acerca de lo que la Iglesia enseña sobre los sacramentos, en todo
caso en el Catecismo de la
Iglesia Católica, está explicado y detallado todo sobre lo
que la Iglesia
enseña sobre los Sacramentos, los
Mandamiento y el del Credo, para evitar
ataques infundados sin motivo ni razón, fuera bueno su lectura para que
nos conozcan antes de criticarnos, y acusarnos de cosas que no son.
12. ¿El Bautismo debe ser solo por inmersión?
Las Sectas nos cuestionan ¿Sí
Jesús se bautizo en un río, porque los católicos no lo hacen igual? Bueno en la
Biblia vemos casos, en que el Bautismo se practica por inmersión (sumergiendo en un río a la persona), y otros
casos, donde el Bautismo es realizado en
plazas, casas de familias y en lugares pequeños, donde el Sacramento se realiza rociándole el agua
al Bautizado (por aspersión). Veamos el caso narrado en el capitulo 16 del
Libro de los Hechos de los Apóstoles donde los Santos Pablo y Silas, estando en
prisión, después de una manifestación de liberación extraordinaria de parte de
Dios, hablaron con el Carcelero: "Y
le anunciaron la Palabra del Señor a él y a todos los de su casa. En aquella
misma hora de la noche el carcelero los tomó consigo y les lavó las heridas;
inmediatamente recibió el bautismo él y todos los suyos" (Hechos
16,32-33), queda en evidencia, que el Bautismo fue toda la familia
(sin discriminación entre adultos o
niños) y sin inmersión en un río, o sea
que fue por aspersión del agua bendita, sobre toda la familia.
Jesús ordena Bautizarnos “En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” y la Biblia nos muestras formas
practicas de realizarlo y no un modo obligatorio especifico. De otro modo ¿Cómo
se bautizaron las tres mil personas que se convirtieron el día de Pentecostés
sí no tenían un río a su disposición? ¿Cómo fue bautizado el centurión Cornelio
en su casa, o el mismo Carcelero? Cuando
la Biblia
habla del Bautismo en un río, no
especifica que hubo inmersión, y está presentando una costumbre, no una
forma obligatoria.
13. Sí Cristo se Bautizó a los 30 años ¿Porque Bautizar a los Niños?
Puesto que Jesús
dice en Marcos 16,16 que es necesario el Bautismo para ser salvo, la Iglesia lo
imparte sabiamente a todos los creyentes y a sus hijos, por pequeños que estos
sean. Además el mismo Jesús, recién nacido, fue presentado en el templo, y
consagrado por sus padres San José y la Virgen, que cumplieron todo el ritual
necesario para insertarlo según la antigua alianza, en el Pueblo de Dios.
Veamos como el Divino Niño fue consagrado: "Cuando
se cumplieron los ocho días para circuncidarle, se le dio el nombre de
Jesús, el que le dio el ángel antes de ser concebido en el seno. Cuando se
cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés,
llevaron a Jesús a Jerusalén para
presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón
primogénito será consagrado al Señor" (Lucas 2,23).
Jesús fue bautizado adulto, porque cuando el nació
no existía el Bautismo, pero si existía la circuncisión, igualmente (siglos
atrás) cuando Abraham nació no fue circuncidado a los ocho días de recién
nacido, porque no existía tal consagración, de hecho Abraham fue el primero que
se circuncidó, según la Biblia y eso fue cuando ya era un anciano: “Tenía Abraham 99 años cuando circuncidó la carne de su prepucio” (Génesis 17,24). Sí la
Virgen y San José no esperaron la ancianidad de Jesús para que se consagrara a
Dios, por medio de la circuncisión ¿Por
qué nosotros debemos esperar, para consagrar a nuestros hijos por medio del
Bautismo que le confiere gracias infinitamente superiores? No hay excusa que valga, debemos impartir la gracia que Dios
gratuitamente nos regala (cf Mt 10,8), debemos darle a nuestros hijos además de
la vida biológica, también la “vida abundante” el nacer del agua y del Espíritu
a la vida de la gracia y la pertenencia en el Cuerpo místico de Cristo Jesús.
Los niños tienen derecho humanos,
no por tener uso de razón, sino
simplemente por ser una persona humana, por ejemplo tienen derecho a una
nacionalidad, y los Estados debe dárselas, y no esperar a ver que nacionalidad
escogen, ¿y mientras tanto qué? desamparado, sin protección y sin patria,
imposible verdad; similar es el Bautismo, que nos inserta al nuevo Pueblo de
Dios, nos consagra Sacerdotes, Profetas y Reyes en Cristo Jesús. Y como el
Divino Niño Jesús nos conviene que esta consagración realice a la más temprana
edad, para formar parte del nuevo pueblo de Dios. Del mismo modo que de una
familia de españoles, nacen hijos con derecho a esa nacionalidad, de una
Familia de cristianos, nacen hijos con
ese privilegio. Por eso la Iglesia no puede negar el derecho a ser Bautizados a
los niños, recordando las sentencia del Maestro: "Jesús les dijo: «Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo
impidáis porque de los que son como éstos es el Reino de los Cielos"
(Mateo 19,14).
14. ¿Porque Bautizar a los niños, sí no
tienen pecados y no han llegado al uso de razón para poder creer? “El
que crea y se bautice, se salvará” (Mc 16,16)
Los niños aunque no
han cometido pecados personales, son pecadores: al tener el pecado que
cometieron Adán y Eva, que se llama pecado original, como dice el Rey David: “En pecado me concibió mi Madre” (Sal 51,7),
y San Pablo dice: “Un solo hombre peco y
todos fueron constituidos pecadores” (Rom 5,19). Además el bautizo da el
Espíritu Santo, sí solo sirviera para quitar el pecado, Jesús no se abría
bautizado, puesto que no tenía pecado. A los niños en el bautizo se le borra el
pecado original, reciben el don del Espíritu Santo y son insertados con la
dignidad de hijos de Dios en el pueblo de la nueva alianza: La Iglesia.
El bautismo nos otorga la gracia santificante, y nos
sirve para ser miembros del Pueblo de Dios o
formar parte de la Iglesia, y en Lucas 2,23 vemos que Jesús fue
insertado en la antigua alianza a los ocho días de nacido, por medio de la
circuncisión, este es el ejemplo que debemos seguir. La gracia es favor, el
auxilio gratuito de Dios, “La gracia es
una participación en la vida de Dios, nos introduce en la intimidad de
la vida trinitaria: por el bautismo el cristiano participa en la gracia de
Cristo, Cabeza de su Cuerpo. Como hijo adoptivo ahora puede llamar “Padre” a
Dios, en unión con el Hijo único. Recibe la vida del Espíritu que le infunde la
caridad y que forma la Iglesia” (CIC #1997).
En cuanto a que los niños no
puedan creer, dice la Biblia , que la fe del Padre o la Madre es suficiente: “Ten fe en el Señor Jesús y te salvaras tu
y tu familia” (Hechos 16,31) por eso, y en virtud de la fe padres y
padrinos, y con el compromisos de ayudarlos a madurar en la fe, la Iglesia
imparte la acción santificadora del Espíritu de Dios, a los hijos de los
creyentes, por pequeños que estos sean, incorporándolos a la vida de la gracia
que Dios derrama sobre los creyentes y sus familias: “Pues
el marido no creyente queda santificado por la mujer creyente, y la mujer no
creyente queda santificada por el marido creyente; de otro modo, vuestros hijos
serían impuros, mas ahora son santos” (I Cor 7,14). Si, nuestros
niños, pueden ser santos ya que el bautismo les borra el pecado original
porque: “En verdad te digo:
el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios”
(Juan 3,5). Como leemos la
santificación de los hijos, es un regalo gratuito, no por la fe del infante
sino por pura misericordia de Dios, y por la condición de creyente de al menos alguno de sus padres ya
queda bendecida toda la familia. Igualmente Cristo siempre exigió la fe para
sanar a los enfermos, pero en el caso de los niños bastaba la fe de su padre o
su madre, como el caso de la hija de
Jairo (lee Marcos 5,36) y el de la hija de la cananea (cf Mateo 15,28). Otro
error de algunas Sectas, es afirmar que las personas que fueron bautizadas
pequeñas, se deben volverse a bautizar, mostrando así una gran ignorancia acerca de las Escrituras que dice:
“Un solo Señor, una sola fe, un solo
bautismo” (Efesios 4,5).
15. ¿En Nombre de quién se debe realizar el
Bautismo?
Jesucristo es muy
claro en el Evangelio: "Id, pues, y
haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre
y del Hijo y del Espíritu Santo" (Mateo 28,19). Algunas Sectas paralelas al cristianismo, (que
niegan la divinidad de Jesucristo y la existencia del Espíritu Santo), realizan
el Bautismo, solamente en nombre del Jesucristo, tomando fuera de contexto un
pasaje del Colosenses que dice: “Todo lo que hacéis, sea de palabra o de
hecho, hacedlo todo en el nombre del
Señor Jesús”, pero San Pablo
no niega con esto a las personas de la Santísima Trinidad, él nos recuerda que
debemos actuar en representando a Cristo Jesús, en su nombre es decir en su
presencia activa en nosotros, de hecho en ese versículo, no solo se menciona al
Hijo sino también al Padre: “Y todo cuanto hagáis, de
palabra y de boca, hacedlo todo en el
nombre del Señor Jesús, dando gracias por su medio a Dios Padre”
(Colosenses 3,17). Para evitar
caer en esa clase de errores es necesario leer el contexto, es decir todo lo
que la Biblia nos dice referente al
tema, y el significado que tienen esas palabras para los escritores de
las Sagradas Escrituras, no podemos tomar un fragmento fuera de contexto,
porque sería un pretexto para renegar del mandato divino expresado por Cristo
en la gran comisión que da a su Iglesia, en San Mateo capítulo 28. En concordancia con Coloneses 3, 17 podemos
leer lo que el mismo San Pablo le dice a los Efesios: “Dando siempre gracias al Dios y
Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo” (Efesios 5,20).
También otras Sectas paralelas al
cristianismo, pero que niegan la existencia del Padre y al Espíritu Santo,
bautizan solo en Nombre del Hijo, tomando literalmente una fracción de un
versículo de los Hechos de los apóstoles, donde San Pedro para diferenciar el
Bautismo de la Iglesia, del bautismo de Juan el bautista (que solo era señal de
arrepentimiento) dice: “Bautícense en el nombre de Jesucristo”.
El error de tomar frases Bíblicas literalmente y fuera de contexto se llama
“Fundamentalismo”. Pedro en ningún
momento niega al Dios “Padre, Hijo y Espíritu Santo”, como veamos por en
Primera de Pedro 1,2 él nos habla
a los elegidos: "Según el previo
conocimiento de Dios Padre, con la acción santificadora del Espíritu,
para obedecer a Jesucristo y
ser rociados con su sangre. A vosotros
gracia y paz abundantes". Ahora volvamos al versículo del libro de los
Hechos de los Apóstoles, al que las
sectas se refieren, pero completo: “Pedro les dijo: Arrepentíos y bautícense
cada uno en el nombre de Jesucristo para el perdón de los pecados y
recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hechos 2,38). Que el
Bautizo sea en Nombre de Jesucristo
quiere decir que el Sacerdote o el Celebrante actúa en representando a Jesús,
es decir en su presencia activa y
por autoridad de Jesús que es
quién bautiza con “Espíritu Santo y fuego” (cf Mc 1,8), además nuestro primer
Papa (San Pedro) lo que quiere significar es que nos bauticemos según lo
ordenado por Jesús y no con otros bautizos diferentes, que en el oriente ya en
aquel tiempo eran muy variados, además del Bautizo de conversión predicado por
Juan el Bautista, también existían rituales semejantes en otras religiones
orientales de la época. Actuar o bautizar en Nombre de Jesucristo significa
según la Biblia que: “Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios exhortara por
medio de nosotros. En nombre de Cristo os suplicamos: ¡reconciliaos con Dios!”
(II Corintios 5,20). En Hechos 2,38 lo que se evidencia
es que en el sacramento del Bautismo es Cristo quién actúa derramando Espíritu
Santo y fuego, insertando al bautizado, en su vida de gracia, en su Iglesia, y
el Celebrante actúa en Cristo, por su poder y puede hacer suyas las palabras de
San Pablo: “Y no vivo yo, sino que es Cristo quien vive
en mí; la vida que vivo al presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo de
Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2,20), eso es lo
que significa actuar en el Nombre de Jesús.
Por una errada interpretación de las Palabras
de San Pedro, estas sectas minoritarias van socavando en contra de la gran
comisión de Jesús: “Id y haced discípulos a todas las naciones: Bautizándolos en el nombre
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles
que guarden toda las cosas que os he mandado; y he aquí que estoy con vosotros
todos los días hasta el fin del mundo. Amén” (Mateo 28,19-20).
No se puede tapar el sol con un
dedo, las Sectas tergiversan el sentido de la Palabra y se olvidan de la severa
sentencia de San Juan: "¿Quién es
el mentiroso sino el que niega que Jesús es el Cristo? Ese es el
Anticristo, el que niega al Padre y al
Hijo. Todo el que niega al Hijo tampoco posee al Padre. Quien confiesa
al Hijo posee también al Padre. En cuanto a vosotros, lo que habéis oído desde el principio
permanezca en vosotros. Si permanece en vosotros lo que habéis oído desde el
principio, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre" (I
Juan 2,22-24).
No hay comentarios:
Publicar un comentario