Capitulo IV: La Autoridad de Fe
42. ¿La Santa Biblia es de interpretaci贸n Personal?
La Palabra de Dios no es de interpretaci贸n individual. Solo los ap贸stoles de Cristo y sus continuos sucesores, que han guardado el dep贸sito de la tradici贸n oral, sin interrupci贸n (de generaci贸n en generaci贸n), est谩n autorizados a interpretar la sagrada Biblia a la luz del Esp铆ritu Santo y de acuerdo a los signos de los tiempos. Por eso San Pedro, nuestro primer Papa nos dice: "Pero, ante todo, tened presente que ninguna profec铆a de la Escritura puede interpretarse por cuenta propia; porque nunca profec铆a alguna ha venido por voluntad humana, sino que hombres movidos por el Esp铆ritu Santo, han hablado de parte de Dios". (II Pedro 1,20-21).
La errada idea de la libre interpretaci贸n personal de la Biblia, tan promocionada por Mart铆n Lutero, y tan difundida por el protestantismo, es la causa principal de las divisiones entre las comunidades surgidas en la reforma protestante (cf I Timoteo 1,6); pues cada vez que se les ocurre a alguien una nueva (o torcida) interpretaci贸n de alg煤n pasaje b铆blico; aparece una nueva secta, esa es la principal causa que no exista la unidad (tan requerida por Cristo en Juan 17,11-23), por esas interpretaciones particulares es que surgen, cada d铆a, nuevas sectas o novedosas denominaciones (contradictorias entre s铆) y nuevas fracturas entre los protestantes. Lamentablemente seguir谩n dividi茅ndose, mientras no exista en ellas, la analog铆a de la fe, tan requerida en Rom 12,4-16. Por “analog铆a de la fe” entendemos la cohesi贸n de las verdades de la fe entre s铆 y en el proyecto total de la Revelaci贸n. Es decir, las verdades reveladas, se complementan y tienen que tener coherencia con el plan de Dios (I Timoteo 1,3-5; Eclesiast茅s 3,11-16).
Respaldados en las Cartas de San Pedro, para los Cat贸licos, “...La interpretaci贸n de la Escritura, queda sometido al juicio definitivo de la Iglesia, que recibi贸 de Dios el encargo y el oficio de conservar e interpretar la Palabra de Dios” (CIC # 119).
43. ¿La Biblia es la 煤nica autoridad de fe?
Sabiendo que Jes煤s de Nazaret, fundo su 煤nica y suficiente Iglesia, sobre sus doce Ap贸stoles y les dej贸 a ellos todo Poder y Autoridad (Lucas 9,1; Mateo 10,40), nos damos cuenta que la Biblia no es la 煤nica autoridad de fe, porque el Magisterio de la Iglesia (Mateo 28,20; II Pedro 1,20-21), junto a la Biblia (Mateo 7,26-27; II Timoteo3,16- 4,4; Santiago 1,21-27.) y la Tradici贸n Oral (cf Tes 2,15; Cor 11,2) son las principales autoridades que Jes煤s instituy贸.
Primeramente Jesucristo invisti贸 de poder y autoridad a Pedro y a los ap贸stoles (Marcos 3,16; Lucas 10,18-20), y a sus sucesores los obispos y presb铆teros (cf Hechos 15,22) , la Iglesia existi贸 antes que el Nuevo Testamento se escribiera, de hecho, los miembros de la Iglesia son quienes cumple la misi贸n de escribir, reunir y canonizar las Sagradas Escrituras del Nuevo Testamento. Todos los creyentes debemos obediencia primeramente a Dios, para alcanzar las bienaventuranzas “Y si vosotros obedec茅is puntualmente a los mandamientos que yo os prescribo hoy, amando a Yahveh vuestro Dios y sirvi茅ndole con todo vuestro coraz贸n y con toda vuestra alma, yo dar茅 a vuestro pa铆s la lluvia a su tiempo…” (Deuteronomio 11:13).
Junto a la Biblia (tradici贸n escrita) es importante la tradici贸n oral, como lo dice la Palabra, son los fundamentos de la fe cristiana: "As铆 pues, hermanos, manteneos firmes y conservad las tradiciones que hab茅is aprendido de nosotros, de viva voz o por carta" (II Tes 2,15) . San Juan nos relata que: "Jes煤s realiz贸 en presencia de los disc铆pulos otras muchas se帽ales que no est谩n escritas en este libro. 脡stas han sido escritas para que cre谩is que Jes煤s es el Cristo el Hijo de Dios, y para que creyendo teng谩is vida en su nombre" (Juan 20,30-31). Y luego a帽ade: "Aunque tengo mucho que escribirles, prefiero no hacerlo con papel y tinta, sino que espero ir a verles y hablarles de viva voz, para que nuestro gozo sea completo" (II Juan 0,12).
Como hemos analizado, es mucho lo que Cristo y sus disc铆pulos indicaron solo a viva voz (cf Juan 21,25), y San Pablo en II Tes 2,15 y en II Tim 1,13-14 se nos manda a guardar, creer y practicar esas orientaciones a viva voz (a eso llamamos la tradici贸n cristiana), que la Iglesia ha mantenido, de generaci贸n en generaci贸n, y est谩 recopilada en escritos de los primeros disc铆pulos de los ap贸stoles, y en la liturgia.
En algunas traducciones de la Biblia, que usan los protestantes, no siempre traducen el vocablo griego "paradosis" como correctamente corresponde "Tradici贸n" sino que en los pasajes que se condena alguna tradici贸n por ser contraria a la fe, si la traducen bien (Tradici贸n), pero cuando en un pasaje b铆blico se habla de las buenas tradiciones cristianas que debemos guardar, traducen el mismos vocablo " Paradosis" como "instrucci贸n" o "doctrina", lo cual cambia y tuerce el sentido de la Escritura, siendo que en griego (el lenguaje de N.T) instrucci贸n se escribe "paideia" y doctrina se escribe: didace, didescalia, o eterodidaskaleo, ninguna de ellas sin贸nimo de (tradici贸n). Los mismos Sectarios en sus primeras versiones de la reina-Valera traduc铆an: "Os alabo porque en todas las cosas os acord谩is de mi y conservais las Tradiciones (Paradosis) tal como os la he transmitido" (1 Corintios 11,2). Otras citas, para profundizar el tema de la tradici贸n, son: I Cor 11,23; II Tes 3,6; Fil 4,9; I Tim 6,20; II Tim 2,2; II Juan 0,12 y III Juan 0,14.
La Iglesia Cat贸lica, es custodia del deposito de la fe (oral y escrita) y ambas tradiciones son muy importantes para poder entender la voluntad de Dios. Por ejemplo la Iglesia ha entendido el Antiguo Testamento seg煤n las interpretaciones que Jes煤s dejo a sus disc铆pulos, gracias a la tradici贸n oral, ya que el evangelio no cuenta que fue lo que dijo textualmente, pero respalda la ense帽anza de la Iglesia aludiendo que fue directamente Cristo qui茅n nos lo devel贸: "Y, empezando por Mois茅s y continuando por todos los profetas, les explic贸 lo que hab铆a sobre 茅l en todas las Escrituras" (Lucas 24,27). Y los disc铆pulos desde un principio valoraron tanto las Escrituras, como el testimonio de lo que vieron y oyeron: "Mas Pedro y Juan respondieron dici茅ndoles: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y o铆do" (Hechos 4,19-20).
Los Ap贸stoles nos ense帽an que junto a la Escritura van la doctrina y la pedagog铆a pues la Iglesia es Maestra de la Palabra: "Toda Escritura es inspirada por Dios y 煤til para ense帽ar, para convencer, para corregir y para educar en la justicia; as铆 el hombre de Dios se encuentra perfecto y preparado para toda obra buena. Te conjuro en presencia de Dios y de Cristo Jes煤s que ha de venir a juzgar a vivos y muertos, por su Manifestaci贸n y por su Reino: Proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, amenaza, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendr谩 un tiempo en que los hombres no soportar谩n la doctrina sana, sino que, arrastrados por sus propias pasiones, se har谩n con un mont贸n de maestros por el prurito de o铆r novedades; apartar谩n sus o铆dos de la verdad y se volver谩n a las f谩bulas" (II Tim 3,16- 4,4). En esto consiste el Magisterio de la Iglesia, en que Dios nos encargo la misi贸n de ense帽ar: "Id, pues, y haced disc铆pulos a todas las gentes bautiz谩ndolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Esp铆ritu Santo, y ense帽谩ndoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aqu铆 que yo estoy con vosotros todos los d铆as hasta el fin del mundo" (Mateo 28,19-20). Por esto San Pablo alaba a quienes guardan las tradiciones que son conforme a la ense帽anza de los ap贸stoles (cf I Cor 11,2) es decir a los que estamos en comuni贸n con el magisterio de la Iglesia.
La Biblia nos manda a obedecer a Dios sobre todas las cosas (Deut 11:13), obedecer a sus profetas y a sus sucesores: “Lo mismo que obedecimos en todo a Mois茅s, te obedeceremos a ti. Basta con que Yahveh tu Dios est茅 contigo como estuvo con Mois茅s”. (Josu茅 1:17). Dios se complace en quien obedece sus palabras (I Samuel 15:22), “Pedro y los ap贸stoles contestar贸n: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres”. (Hechos 5:29). Por eso debemos “Predicar la obediencia de la fe” como lo hace San Pablo en Romanos 1:5. Pidamos a Dios poder se d贸ciles a la Jerarqu铆a de la Iglesia como lo pide su Santa Palabra: “Obedeced a vuestros dirigentes y someteos a ellos, pues velan sobre vuestras almas como quienes han de dar cuenta de ellas, para que lo hagan con alegr铆a y no lament谩ndose, cosa que no os traer铆a ventaja alguna”. (Hebreos 13:17).
44. ¿Que garantiza la sucesi贸n de los Ap贸stoles en la Iglesia?
Si Cristo es verdadero, y sabemos que lo es, siempre (en todo d铆a, a帽o y tiempo) su Iglesia tiene y tendr谩 en sus obispos aut茅nticos sucesores de los ap贸stoles, que jam谩s caer谩n en error o apostas铆a, porque Jes煤s prometi贸 a sus disc铆pulos y a sus sucesores, estar presente en la medio de la Iglesia hasta el fin asistirlo: “Id, pues, y haced disc铆pulos a todas las gentes bautiz谩ndolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Esp铆ritu Santo; ense帽谩ndoles a guardar todo lo que yo os he mandado; Y he aqu铆 que yo estoy con vosotros todos los d铆as hasta el fin del mundo" (Mateo 28,18-20). Dios manda a obedecer a sus Profetas y a sus Sucesores (N煤meros 27:20). Y por misi贸n dada por Cristo a los Ap贸stoles de Confirmar en la fe (Hechos 8:14), ellos delegaron sobre sus sucesores Obispos, Presb铆teros y di谩conos (Hechos 6:6, Hechos 13:3). Quienes siempre contar谩n con el Auxilio de Dios, por la Oraci贸n que Jes煤s hace a favor de San Pedro y sus sucesores: “Yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y t煤, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos.» (Lucas 22:32). "Cada uno de los obispos, por su parte, es el principio y fundamento visible de unidad en sus Iglesias particulares" (LG 23). Como tales ejercen "su gobierno pastoral sobre la porci贸n del Pueblo de Dios que le ha sido confiada" (LG 23), asistidos por los presb铆teros y los di谩conos. Pero, como miembros del colegio episcopal, cada uno de ellos participa de la solicitud por todas las Iglesias (cf. CD 3), que ejercen primeramente "dirigiendo bien su propia Iglesia, como porci贸n de la Iglesia universal", contribuyen eficazmente "al Bien de todo el Cuerpo m铆stico que es tambi茅n el Cuerpo de las Iglesias" (LG 23). Esta solicitud se extender谩 particularmente a los pobres (cf. Ga 2, 10), a los perseguidos por la fe y a los misioneros que trabajan por toda la tierra.
La garant铆a de est谩 perfecta sucesi贸n es la perenne presencia de Cristo en su Iglesia, su promesa de siempre poder vencer al mal ( Mateo 16,18), su asistencia por medio del Esp铆ritu Santo, su perfecta mediaci贸n ante el Padre por su Iglesia, porque se la prepara como esposa pura y santa (cf Efesios 5,27), y en su oraci贸n por sus disc铆pulos, avala la sucesi贸n de generaciones: "No ruego s贸lo por 茅stos, sino tambi茅n por aquellos que, por medio de su palabra, creer谩n en m铆, para que todos sean uno. Como t煤, Padre, en m铆 y yo en ti, para que ellos tambi茅n sean uno en nosotros, para que el mundo crea que t煤 me has enviado" (Juan 17,20-21).
La Biblia habla de la Sucesi贸n Prof茅tica: “Respondi贸 Yahveh a Mois茅s: «Toma a Josu茅, hijo de Nun, hombre en quien est谩 el esp铆ritu, imp贸nle tu mano” (N煤meros 27:18). “Ungir谩s a Jeh煤, hijo de Nims铆, como rey de Israel, y a Eliseo, hijo de Safat, de Abel Mejol谩, le ungir谩s como profeta en tu lugar”. (I Reyes 19). La Sucesi贸n en el Ministerio Sacerdotal: “Esto mand贸 Yahveh que los israelitas les dieran el d铆a en que los ungi贸, como decreto perpetuo de generaci贸n en generaci贸n”. (Lev铆tico 7:36). Y la sucesi贸n apost贸lica: “Entonces oraron as铆: «T煤, Se帽or, que conoces los corazones de todos, mu茅stranos a cu谩l de estos dos has elegido, para ocupar en el ministerio del apostolado el puesto del que Judas desert贸 para irse adonde le correspond铆a.» (Hechos 1:24). Para quienes creemos que la oraci贸n de Jes煤s es efectiva y perfecta mediaci贸n ante Dios Padre, tenemos que creer que su Iglesia es una para todas las naciones y ha de mantenerse unida en un mismo sentir, con una sola interpretaci贸n de la palabra para que el mundo crea, que es Santa (cf Efesios 5,27) sacramento de Dios para toda la humanidad, eso significa Cat贸lica (de todos los pueblos y razas), que es apost贸lica (heredera de los primeros disc铆pulos y guardiana de sus palabras y escritos, seg煤n 2 Tes 2,15) y que est谩 sujeta a la autoridades delegadas por Jes煤s hasta que el vuelva el glor铆a (Mateo 16,18-19), por eso la llamamos romana, porque es dirigida por los sucesores de San Pedro, que fijaron su residencia en Roma.
45. ¿Qu茅 es la Apostas铆a?
La apostas铆a es un horrible pecado, de una persona que habiendo sido creyente en Cristo y bautizado en su 煤nica Iglesia, despu茅s de abrazar la fe en el Se帽or, se eche atr谩s y reniegue de la fe en Cristo y su santa Iglesia, sobre lo que el Se帽or nos alerta: "Dijo Jes煤s: «Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atr谩s es apto para el Reino de Dios.» (Lucas 9,62). Por eso debemos perseverar en nuestra fe cat贸lica en Cristo encarnado, crucificado y resucitado, librarnos de todo enga帽o, revisando todo lo que la Santa Biblia dice respecto a cada tema, para no equivocar o torcer, el sentido del Libro Sagrado, no vasta con proclamar que Cristo sea nuestro 煤nico y suficiente salvador; el Reino de los cielos es para los que hagamos con perseverancia la voluntad de Dios; “El cual, dar谩 a cada cual seg煤n sus obras: a los que, por la perseverancia en el bien busquen gloria, honor e inmortalidad: vida eterna” (Romanos 2,7) pues las referencias B铆blicas, hay que entenderlas seg煤n su contexto, atentos y cuidadosos como lo manda la Biblia: "¡Mirad, hermanos!, que no haya en ninguno de vosotros un coraz贸n maleado por la incredulidad que le haga apostatar de Dios vivo" (Hebreos 3,12).
La Apostas铆a es abandonar la fe en Jesucristo dejar su Iglesia, dejar de creer en Dios, para ser ateo o para ser polite铆sta, o para vivir como si Dios no existiera (paganismo) o para seguir falsas creencias, religiones, filosof铆as o ideolog铆as contrarias al Evangelio revelado por Jesucristo, quien nos dice: «No todo el que me diga: "Se帽or, Se帽or, entrar谩 en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial" (Mateo 7,21). “Con vuestra perseverancia salvar茅is vuestras almas”. (Lucas 21,19). El Amor a Dios, ha de manifestar plena fidelidad, no tener falsos dioses, que nos desv铆en del camino de la santidad, necesario es renunciar a todos 铆dolos; superstici贸n, hedonismo, vicios, codicia, indiferencia, lujuria, paganismo y a toda ocasi贸n de pecado que nos arrastre a la perdici贸n eterna. Correspondemos al amor de Dios, profesando con el coraz贸n y con las obras, las verdades de fe, que la Sant铆sima Trinidad nos ha revelado en Jesucristo, Dios encarnado, y en viviendo dignamente, nuestra incorporaci贸n por el Bautismo, al Cuerpo M铆stico del Salvador, que es la Iglesia Cat贸lica.
En II Tesalonicenses 2:2-4 San Pablo revela la venida del anticristo (el Hijo de perdici贸n) y la apostas铆a, que preceden al retorno glorioso de Cristo Jes煤s. Sobre lo cual, personas por una imaginaci贸n exacerbada o movidos por esp铆ritus de enga帽o, han creado teor铆as conspirativas, fabulas para desprestigiar a las autoridades de la Iglesia de Jes煤s, acus谩ndolas y calumni谩ndolas continua y sistem谩ticamente. Veamos el texto: “Que no os dej茅is alterar tan f谩cilmente en vuestro 谩nimo, ni os alarm茅is por alguna manifestaci贸n del Esp铆ritu, por algunas palabras o por alguna carta presentada como nuestra, que os haga suponer que est谩 inminente el D铆a del Se帽or. Que nadie os enga帽e de ninguna manera. Primero tiene que venir la apostas铆a y manifestarse el Hombre imp铆o, el Hijo de perdici贸n el Adversario que, se eleva sobre todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de culto, hasta el extremo de sentarse 茅l mismo en el Santuario de Dios y proclamar que 茅l mismo es Dios.” (IITesalonicenses 2:2-4). Veamos el contexto: “Muchos seductores han salido al mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Ese es el Seductor y el Anticristo. (II Juan 0:7). Aclaremos El Imp铆o pretende sentarse en El Templo de Dios, no en la C谩tedra de San Pedro, Jesucristo garantiza que las fuerzas del infierno no prevalecer谩n contra Pedro y sus sucesores. El Templo de Dios es el coraz贸n del hombre (I Corintios 6:19), lamentablemente ya en muchos corazones reina la negaci贸n de la encarnaci贸n de Jesucristo, es decir la apostas铆a de los anticristos.
46. ¿Cristo si Iglesia no? ¿Qu茅 Importancia tiene la Iglesia?
La Iglesia es importante para los verdaderos disc铆pulos del Se帽or Jes煤s, por ser una instituci贸n requerida, instituida y organizada por la voluntad de Dios. Al cuestionamiento de algunos cism谩ticos diciendo que solo Cristo es necesario y la Iglesia no, porque se tiene la opci贸n de una relaci贸n personal con Dios; les responde el Se帽or edificando una sola Iglesia "… y sobre esta piedra edificar茅 mi Iglesia …" (Mateo 16,18), dando poder a la 煤nica Iglesia, que es importante porque es el Cuerpo M铆stico del verdadero salvador, "… Cristo es Cabeza de la Iglesia, el salvador del Cuerpo" (Efesios 5,23). La Iglesia si es de radical importancia porque "As铆 los puso Dios en la Iglesia, primeramente como ap贸stoles; en segundo lugar como profetas; en tercer lugar como maestros; luego, los milagros; luego, el don de las curaciones, de asistencia, de gobierno, diversidad de lenguas" (I Corintios 12,28).
Aunque dolorosamente la Iglesia es despreciada por algunas personas, es la amada del Jesucristo b铆blico, "… Cristo am贸 a la Iglesia y se entreg贸 a s铆 mismo por ella, para santificarla, purific谩ndola mediante el ba帽o del agua, en virtud de la palabra, y present谩rsela resplandeciente a s铆 mismo; sin que tenga mancha ni arruga ni cosa parecida, sino que sea santa e inmaculada" (Efesios 5,25-27), qui茅n le da el poder y la comisi贸n de evangelizar, distribuir las gracias; de ser maestra y pastora de toda la creaci贸n: «Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Esp铆ritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios, que 茅l se adquiri贸 con la sangre de su propio hijo" (Hechos 20,28), y a la cual le garantiz贸 la victoria "…edificar茅 mi Iglesia, y las puertas del Infierno no prevalecer谩n contra ella …" (Mateo 16,18). Todos los creyentes en Cristo debemos creer y obedecer a la Iglesia, porque Jes煤s dijo: "En verdad, en verdad os digo: el que escucha mi Palabra y cree en el que me ha enviado, tiene vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida" (Juan 5,24) Y luego a帽ade a los miembros de su Iglesia: «Quien a vosotros os escucha, a m铆 me escucha; y quien a vosotros os rechaza, a m铆 me rechaza; y quien me rechaza a m铆, rechaza al que me ha enviado» ( Lucas 10,16) por tanto quienes rechazan a la Iglesia rechazan a qui茅n la edific贸, y adquiri贸 con su Divina Sangre, a qui茅n diariamente nos advierte: «No todo el que me diga: "Se帽or, Se帽or, entrar谩 en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. (Mateo 7,21)
47. ¿Porque seguir Tradiciones cuando Jes煤s las conden贸?
Es cierto el Se帽or conden贸 las tradiciones que inventaron las sectas de los Fariseos y Saduceos (cf Mc 7,5-13; Gal 1,14; Col 2,16-23), porque ense帽aban doctrinas que estaban en contradicci贸n con el amor que debemos a Dios sobre todas las cosas y al pr贸jimo como a nosotros mismos. Pero Jes煤s no condena todas las tradiciones, sino s贸lo aquellas que no tienen fundamento en la verdad reveladas por nuestro Dios. Jes煤s y sus ap贸stoles predicaron a viva voz, y la recopilaci贸n de esas santas ense帽anzas, se les denomina "la tradici贸n apost贸lica, as铆 como a escritos de los "Padres de la Iglesia", sobre estos fundamentos, San Juan nos advierte: "En cuanto a vosotros, lo que hab茅is o铆do desde el principio permanezca en vosotros. Si permanece en vosotros lo que hab茅is o铆do desde el principio, tambi茅n vosotros permanecer茅is en el Hijo y en el Padre" (I Juan 2,24). La tradici贸n oral de la Santa Iglesia, se apoya en los escritos b铆blicos de los primeros disc铆pulos de Jes煤s y de sus ap贸stoles, que datan de los primeros siglos de la cristiandad, por eso San Pablo refiri茅ndose a las tradiciones apost贸licas nos escribi贸: "As铆 que, hermanos, manteneos firmes y conservad las tradiciones que hab茅is aprendido de nosotros, de viva voz o por carta" (II Tes 2,15). "Hermanos, os mandamos en nombre del Se帽or Jesucristo que os apart茅is de todo hermano que viva desordenadamente y no seg煤n la tradici贸n que de nosotros recibisteis" (II Tes 3,6). "Os alabo porque en todas las cosas os acord谩is de m铆 y conserv谩is las tradiciones tal como os las he transmitido" (I Corintios 11,2).
Adem谩s la tradici贸n va respaldada por el testimonio de los miembros id贸neos de la Iglesia a quienes se les a confiado de generaci贸n en generaci贸n, para seguir los buenos ejemplos de vivencia de la fe ense帽ada, como se refiere San Pablo: "Lo que has o铆do de m铆 ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean id贸neos para ense帽ar a otros" (II Tim 2,2). Otras citas b铆blicas que respaldan lo expuesto: Dt 32,7; Pr 22,28; Mt 10,20; Lc 10,16; Jn 16,12-13; II Tim 1,13-14; Col 4,7-10. Por "tradici贸n viva" de la Iglesia se entiende la liturgia, la predicaci贸n, la catequesis, el arte... que son algunos canales por los cuales se transmite la verdad revelada. Las obras escritas de los Padres de los primeros siglos de la Iglesia, que fueron disc铆pulos directos de Jes煤s, de los ap贸stoles y de los escritores del nuevo testamento.
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